miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cómo conocer...

Una vez, alguien me dijo que nunca conocemos a las personas tal y como son… pues nunca nos llegamos a conocer a nosotros mismo, si quiera.
Es extraño, pero cierto. Pasas mucho tiempo con alguien, años y años compartiendo tu vida con esa persona… y de repente, ocurre algo que te demuestra que efectivamente, no sabias nada de ella… Es triste ver como todo lo que creías, no era más que una ilusión óptica, y que en realidad se desvanece con un abrir y cerrar de ojos.
¿Es, acaso mejor, no llegar a conocer a las personas que creer que las conoces? En tu vida te tropezarás con muchas personas, unas tendrán más importancia que otras, a unas las llegaras a conocer mejor que a otras, pero… no del todo. Y en mi opinión, es mejor no saberlo todo de ellas. Es ese halo de misterio el que nos atrae de una persona, no saber qué piensa en cada momento, que va a hacer, que no nos cuente todo sobre ella, intentar descífralo tú mismo, pero nunca conseguirlo. Compartir tu vida con alguien a quien no conoces del todo, y del que jamás conocerás su verdadera identidad. Es ese misterio el causante de la atracción fatal, el que mantiene vivas tus esperanzas y que jamás morirá…
Conozco a alguien así. Una de esas personas de las que crees sabes cosas, pero nunca dejan de sorprenderte y nunca lo harán. Su forma de pensar, sus creencias, esa manera apasionada de hablar de las cosas, de cualquier cosa… Su manera de actuar ante los peligros, algunos imposibles de descifrar… su apoyo incondicional a todo el mundo y por ello no muy bueno, a veces. Ese misterio que alberga en su interior, es el que le hace ser una persona realmente interesante, de la que quieres aprender mas y mas, pero sabiendo que nunca lo sabrás todo. Esa incesante manía de querer ayudar a todos, pero sin dejarse ayudar… No todos tenemos un bajo autocontrol…
Pero… ¿Que decir? ¿Cómo pedir a alguien que se abra, que cuente contigo, que te diga como es, lo que quiere y cuando lo quiere? Si apenas nosotros mismo lo sobemos… Si ni si quiera nosotros nos conocemos interiormente. Si hace tres años creías que eras las persona más feliz del mundo, o que eras una mala persona… y ahora crees que nada puede sacarte de tu oscuridad, o lo único que quieres es hacer el bien; y dentro de cinco años tienes tu vida resuelta o necesitas abrirte y que sea a ti a quien te den apoyo…
¿Cómo conocer a las personas, si ni si quiera nosotros nos conocemos? Solo queda, pues, intentar descifrar cada señal que el destino nos envía. Creer y tener fe. Amar sin pedir nada a cambio, ni si quiera pedir conocer a esa persona. Llorar de pena o de alegría. Y vivir, cada momento intensamente, con las personas que de verdad importan en tu vida….


No hay comentarios:

Publicar un comentario