miércoles, 20 de junio de 2012

El humano, ese gran idiota...



Que ironia… cuando lo tenemos TODO, tendemos a no valorarlo, a no apreciar lo que se nos ha dado, y cuando nos falta es cuando nos damos cuenta… es triste, que el ser humano, el animal mas inteligente de la Tierra tenga que perder algo para darse cuenta de que lo que tenia valia la pena…

Pero, que ironia… porque cuando hay algo que es imposible tener, muy difícil de alcanzar o es prohibido, eso se vuelve una obsesion y queremos tenerlo por encima de todo… da igual que hagamos daño o que perdamos cosas que teníamos, lo necesitamos a toda costa, cuesta lo que cueste… que triste…

Que triste, que las personas prefieran lo malo, lo que nos hace daño, a algo que nos hace bien, es saludable para nosotros… ¿Nos va la marcha? Nos gusta sufrir, parece ser… Y cuando tenemos lo que queremos, o lo que creemos querer nos gusta buscarle los tres pies al gato y sufrir por lo que podriamso dejar de tener, porque aquello se cabe, se nos gaste y no encontremos mas… en lugar de disfrutarlo el tiempo que dure…

En resumen, somos unos cabezotas, unos inbeciles… que os gusta el masoquismo, y pasarlo mal, sea por lo que sea, porque si somos felices la sensación que nos embriaga es demasiado… ¿buena? ¿increible? Ah, no… ¡aterradora! Es la palabra…

Estupidos humanos…

Firmado, una estúpida.

lunes, 18 de junio de 2012

Recuerdos de algo que nunca ha pasado

¿Por qué vienes a molestar, tú? Que pasas por mi mente y lo desordenas todo. Recuerdos de algo que nunca ha pasado; recuerdos de algo que jamás ocurrirá... Maldita seas, justo en este día... ¿Acaso quieres venir a decirme algo? ¿Asustarme, quizás? Prefiero no dormir a tener que acostarme y al cerrar mis ojos vengas a mi, como el destello de algo que nunca fue... Y, ¿por qué hoy? No vas a hacer que me eché atrás... yo puedo con esto y con todo lo que me echen encima... porque soy fuerte, lo sé... he vivido algo muy duro, lo sé... Pero puedo, y podré... Solo, que no entiendo... justamente hoy, que hace un mes que empecé a salir con alguien; alguien nuevo, alguien bueno que me da lo que nunca me habían dado... Ilusión. ¿Acaso intentas decirme algo? Quizás, ¿recordarme algo? Lo sé... sé que una vez también fue mi primer mes contigo, y fue el primer mes de muchos vividos... ¿intentas decirme que algún día se acabará, como se acabo lo nuestro...? Me da igual. Si se tiene que acabar que así sea... lo disfrutaré hasta entonces... Pero, hasta que eso pasé, ¡déjame! Quiero poder vivir mi vida sin ti, sin tus tormentos, sin tus sueños, sin esta angustia que invade hoy mi corazón... Te odio, odio lo que significas y lo que haces, que entras en mi mente destruyéndolo todo a tu paso... ¡Olvidame! ¿Me oyes? Lárgate, o sino me veré obligada a destruirte... A ti, maldita inconsciencia...

viernes, 8 de junio de 2012

El espiritú del Anochecer

Era sé que se era, hace miles de años, una pequeña aldea situada cerca del bosque… y un joven muchacho que soñaba con ser caballero. Su nombre era Albry, hijo de Jealza, el herrero del pueblo. Albry era un joven de pelo castaño alborotado, que le cubría los ojos; delgado cual alfiler y alto como una montaña; su corazón, valeroso y altivo, era lo que le impulsaba a hacer su sueño realidad… un sueño que la mayoría, daba por imposible y que solo uno, apoyaba. Era el mejor amigo de Albry, se llama Luzeno y era el hijo del pastor. Luzeno, de caballero rizado y negro como el azabache, alegre mirada y sonrisa penetrante, era un muchacho inquieto, pero con personalidad fuerte como el tizón. Luzeno era el único que confiaba en su amigo y le impulsaba a realizar su sueño, pues él mismo tenía uno: ser el trovador del reino. Juntos hacían un buen equipo. Todas las tardes, tras terminar sus tareas, se reunían en un claro del bosque… Albry con su espada de madera en mano, luchaba cuerpo a cuerpo frente a uno de los viejos robles. Luzeno con su preciada arpa, componía dulces canciones a los oídos de los pajarillos que se acercaban a escuchar. Cada uno luchaba por lo que quería, pero lo que Albry más quería siempre se posaba ante sus ojos. Aparecía siempre cuando el sol se estaba poniendo, lo que hacia que su cabello rojizo brillara como el fuego, el fuego fatuo que ardía en el interior de Albry. Con ojos azules como el mar y labios carnosos como la manzana, venia a inspirarle cual musa inspira a su poeta, con su blanquecina cara angelical… Ella era Dreana, hija de Lisenan, la panadera del pueblo. El corazón de Albry palpitaba loca y desbordadamente por Dreana, su doncella. Bromeaban juntos a veces, y en ocasiones él solía hacerle banas promesas sobre un futuro, todavía incierto. “Cuando sea caballero, vos seréis mi señora y te nombrarán Lady Dreana”; lo que hacia que la chica se adentrara en un mundo de fantasía e ilusión.

domingo, 3 de junio de 2012

Crónica ExpoManga Mayo 2012


DIA 1. SÁBADO 12.


Aquel día me levanté muy cansada, pero a la vez muy excitada. Esa noche habría dormido…  ¿unas cuatro horas aproximadamente? De los nervios que tenia por el día siguiente apenas había podido descansar. Aun así, el día fue bastante bueno, mejor que el año pasado. Y además, tenía muuucho más dinero para gastar. Este ExpoManga estaba realmente nerviosa, pues era mi primera Expo que iba BIEN cosplayeada. El año pasado fue mi primer año de asistencia, y aunque también había asistido cosplayeada, del mismo personaje que este año, fue de una manera más cutre; pues lo hice a última hora, con la ropa que tenia o pedí prestada… Este año mi cosplay seria el bueno, en el que me lo curraría, con sus máximos detalles y entonces la gente me reconocería, ¡sabría quien era! Y así fue…

Me levanté temprano, las 07:00 en el reloj, pues había quedado en Pio sobre las 09:30. Muy nerviosa me preparé el cosplay, tenia que estar impoluta. Me maquillé un poco y arreglé los últimos detalles. Cuando llegué a Príncipe Pio aún no había nadie ahí… y en el camino de Móstoles a allí, la gente me miraba sorprendida. Esperando dentro del metro a mis queridos Kaito y Khorthan vi un pequeño grupo vestido de gatitos que me miraban, también. Y… por fin llegaron. Ahí estaban, Khorthan y Kaito, sin cosplayear ninguno… y venían acompañados de una toki, la cual no conocía, Artemis, que traía a unas amigas: Ana, y Nuria. Una vez presentados todos, y haberle insinuado a Kaito lo guapísima que iba con mi cosplay, nos dispusimos a coger el metro camino del Expo, cuando aquel grupo de gatitos nos preguntó: “¡Hola! Supongo que vais al ExpoManga… ¿Sabéis que parada es?” Les contestamos amablemente después de unas risas por aquella suposición suya y nos dirigimos camino a Lago.