domingo, 30 de septiembre de 2012

No todo tiene un final feliz...

Esta, es mi historia. Una historia de amor... bueno, mas bien de desamor. Mi historia no tiene un final muy claro... es más, no tiene un final. Ésta es una de esas historias en las que no sabes lo que pasará, todo está en suspense. Crees que si, pero luego es que no; y viceversa. La verdad es que esto es algo muy triste... Todos tendemos a seguir nuestro camino, un camino sin rumbo aparente, pero muy pocos lo hacemos porque así nos lo manda, nos lo dicta nuestro corazón. Es extraño, estamos destinados ha hacer cosas sin saber realmente porqué o por quién lo hacemos... simplemente lo hacemos.
De esto mismamente va mi historia. De cómo intentamos hacer lo debido, pero fallamos, fallamos porque obedecemos a nuestro corazón. Y, hacedme caso, seguir esos impulsos, no siempre es bueno... no al menos, tanto como pensamos.
Digo bien, cuando digo que esta historia es de desamor, de un amor no correspondido. De esos amores que siempre piensas llegarán, te pasas la vida pensando en que si, que puede ser, le pones todo tu tiempo y fuerzas... y aun así  sabes que nunca podrá ser. Que tú nunca estarás con él, con el amor de tus sueños.. Y eso te hace recaer por unos instantes, pero después vuelves a creer en ello. 
Y es que, ¿quien no ha tenido nunca un amor platónico? No me refiero a un cante, a un actor, ni nada por el estilo. Me refiero a alguien real, de carne y hueso. supongo que todos hemos tenido alguno, un amor imposible... de esos que te llenan por la mañana, pero te vacían por la noche. Quizás, no todos han tenido un amor imposible, que les haya durado tanto como a mi... Pero estoy segura, de que los han tenido. Pues ya se dice, que de ilusión se vive... y siempre habrá casos en los que nos rechacen, ¿no es cierto?

* Este escrito lo escribí hace años, pero lo he encontrado por ahí y me pareció interesante ver como me he desarrollado a la hora de escribir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario