martes, 19 de marzo de 2013

Un sueño hecho realidad


La miró una vez mas… como hacia cada día cuando se encontraba con ella… era tan linda, o al menos eso le parecía a el…
Su larga cabellera, de un color verduzco, parecía flotar al compás del viento… se movía ligera como una pluma entre la espesura del bosque… y en ocasiones, era hasta difícil reconocerla, pues solía camuflarse entre los arboles, ya que su piel tenia un tono verde como el de la hierba que crece en los claros…
Cuando le miraba con sus ojos felinos color gris tormenta, se le paraba un pequeño instante el corazón… para volver a latir con mucha mas intensidad al momento.
Sbarks llevaba enamorado de ella desde que tenia uso de razón… eran amigos desde pequeños y compañeros de caza… pero con el tiempo y los años, que no habían sido pocos… su cariño por ella había ido evolucionando despacio pero sin pausa, hasta llegar al punto en que mirarla y no tenerla, se había hecho doloroso.
La amaba ardientemente, como jamás había amado a nadie. Hubiese dado cualquier cosa por poder acariciar delicadamente su bello rostro… por atusarle el pelo color aceituna… por besar suave y dulcemente sus carnosos labios…
Issaccia, por el contrario, no parecía sentir lo mismo por el… su relación se basaba en lo básico… para ella, no era mas que su compañero de caza… otro miembro mas del clan.
A pesar de llevar varios años comprometida, se pasaba el día engatusando a unos y otros, sin importar lo que dijesen  Se exhibía de uno a otro lado, cual yegua en celo, y aunque eso, podía ocasionarla graves problemas, ella seguía haciéndolo sin miedo… Issaccia era un pájaro libre; jamas la habían podido atrapar bajo los barrotes de ninguna jaula, y jamas, nadie lo haría…
Ese fue uno de los motivos por los que Sbarks se enamoró de ella… y aunque él también estaba comprometido, no podía pensar en nadie mas que no fuese Issaccia.
Lo suyo, era imposible. No solo porque se veía claramente que ella no tenia ni el mas mínimo interés en el… sino porque un amor como el suyo, estaría mal visto dentro del clan. Los hostari tienen que estar con los hostari, y las osmaqui con las osmaqui. Así había sido desde que surgieron las razas, y así debía de ser…
*
Una noche, cuando las dos grandes lunas brillaban iluminando el claro del bosque donde Sbarks solía ir a meditar… la esbelta figura de una osmaqui se le apareció  Y no era una osmaqui cualquiera, no… Era su osmaqui preferida : Issaccia. ¿Qué hacia allí? ¿Qué pretendía  ¿Cómo había logrado saber que estaba allí…?
Los ojos grises de Issacia lo observan desde la oscuridad… se encontraba agazapada cual tigre azechando a su presa… y de repente, se posó encima de Sbarks, dejándolo inmóvil en el suelo.           
    - Llevo mas de media vida, negando a mi corazón lo que siempre ha sentido… siempre he sido un ser libre, y siempre lo seré… pero mis sentimientos son tuyos, solo tuyos Sbarks…
Y diciendo esto, la joven osmaqui posó tímidamente sus labios sobre los de Sbarks, sintiéndose al mismo tiempo fuerte y débil y sin querer separase jamas…

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