Hay veces, que miras hacia atrás en tu vida. O
simplemente miras fotos de hace unos años. Fotos de álbumes, de redes sociales
ya extintas. Y ves como eras entonces, hace tan solo ocho años. Te acuerdas de
aquella época y ahora, a pesar de que en esos días seguramente te sentías de
otra manera muy diferentes, hoy lo ves y te ríes.
Igual si hoy tuvieses de frente a tu yo del pasado, le
dirías un par de cosas.
Le darías una colleja por no haberse cortado el pelo
antes, y le habrías dicho que no se enrollase tanto con el Call of Duty porque se estaba retrasando demasiado en los demás juegos.
Lo mismo le dirías que no se gastase tanto dinero en alcohol y porros, y que
ahorrase más para comprarse juegos en el futuro. Puede que le dijeses que no
comiese tanta mierda porque es “un minuto en la boca y un siglo en las caderas”.
Le dirías quizá, que abriese los ojos y dejase de perder el tiempo haciendo el
tonto con esa persona que no le va a llevar a nada. Igual, lo mismo, no le dirías
nada porque es muy parecido a cómo eres tu hoy. O quizá, puede que tu yo del
pasado te mirase y dijese: “Vaya frikaza
que te has hecho…”, y tú le contestases, “¿pero tú te has visto flipada?”
Pero la verdad es que, si yo me encontrase con mi yo
del pasado, no sabría bien que hacer ni que decir. No sabría si reñirme por
todo lo que hice, o más bien deje de hacer, o si le diría: “Adelante, continúa,
es tu vida”.
Porque a veces, las cosas pasan por que tienen que
pasar. Y gracias a que mi yo del pasado tuvo su época rapera, me di cuenta de
que lo mío era la poesía, para más tarde comprender que lo que realmente me
gustaba era la prosa, y aquí estoy ¿no?.
Lo mismo le diría que siguiese igual, pero que
sufriese menos, porque no merece la pena. Puede que le dijese que leyese más,
porque en el futuro le va a venir bien. Que escribiese muchísimo más, porque
dentro de unos años lo va a echar de menos. Le diría que dejase de hacer el
idiota con esa persona, que lo único que va a hacer es llevarle a ningún sitio.
Puede que no. Puede que me callase. Porque si mi yo
del pasado no hubiese tomado esas decisiones, malas o buenas, pero al fin y al
cabo decisiones, hoy no estuviese aquí, con la vida que tengo…
Aunque a veces me arrepienta, me sienta mal y quiera
mandar todo al infierno…
Puede que, si mi yo del presente me hubiese advertido
en mi pasado, ahora tendría una vida mejor, o puede que no. ¿Quién sabe? De lo
que estoy segura es que, no cambiaría muchas de las cosas de mi pasado.
Gracias a mi yo del pasado, he conocido a personas
magnificas que hoy guardo en mi corazón y en mi día a día, por suerte. Gracias a
ella, hoy soy la persona que soy, y dentro de lo malo malo me siento orgullosa
de todo l que he conseguido por mi propio pie, que no son pocas cosas; con mis taras
como todo el mundo, pero con mis cosas buenas.
Gracias a ello, hoy soy más adulta, más madura, mas
persona… Gracias a mi yo del pasado, estoy aquí; sacándome las castañas del
fuego e intentando reconducir mi vida por un camino, no sé si el correcto o no,
pero tampoco quiero que venga mi yo del futuro a decírmelo. Ya lo veré yo misma.
Aunque me impaciente y me entre ansiedad por no saber qué
pasará. No, mi yo del futuro, ya te conoceré y decidiré si hice bien o mal, si
me gustas más que la yo del presente y la yo del pasado.
Porque hay veces en la vida que las cosas pasan, y ya está.
No las puedes cambiar. Aprende e las cosas malas y sonríe por las cosas buenas.
Solo mira hacia delante y sigue andando, como has hecho hasta ahora,
disfrutando del paisaje y de las personas a tu al rededor. Construyéndote a ti
mismo, sin saber lo que pasará y si es bueno o malo o no…
Creo que, si me encontrase con mi yo del pasado le diría…
“Sigue así. Eres una luchadora. No te rindas. Nunca. Lo estás haciendo lo mejor
que puedes”.
¿Y vosotros? ¿Qué le diríais a vuestro yo del pasado…?
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